San Mateo, te confiamos nuestras intenciones y nuestras oraciones durante esta novena. Intercede por nosotros ante Jesús, y alcánzanos las gracias que necesitamos. Amén.
Primer día:
La llamada de Mateo: San Mateo, respondiste inmediatamente a la llamada de Jesús mientras estabas en la oficina de impuestos. Ayúdanos a escuchar la llamada de Dios en nuestras vidas y a responder con un corazón abierto y generoso.
Día dos:
La conversión de Mateo: San Mateo, tu encuentro con Jesús te llevó a una profunda conversión. Desafíanos con tu transformación e inspíranos a apartarnos del pecado y seguir fielmente a Cristo.
Tercer día:
El discípulo devoto:
San Mateo, seguiste a Jesús con devoción, aprendiendo de sus enseñanzas y compartiendo su ministerio. Ayúdanos a ser discípulos devotos, deseosos de aprender y de servir con celo.
Cuarto día:
El evangelista y testigo: San Mateo, tú escribiste el Evangelio que lleva tu nombre, dando testimonio de la vida, muerte y resurrección de Jesús. Ayúdanos a ser testigos fieles del Evangelio en nuestra vida cotidiana.
Quinto día:
La misión evangelizadora: San Mateo, evangelizaste con valentía y perseverancia. Desafíanos a compartir la Buena Nueva de Jesús con nuestras familias, amigos y con todos los que encontremos.
Sexto día:
La fe inquebrantable: San Mateo, a pesar de los desafíos y persecuciones, tu fe permaneció inquebrantable. Fortalécenos en nuestra fe, para que perseveremos en el amor de Dios, incluso en los momentos difíciles.
Séptimo día:
Caridad y misericordia: San Mateo, experimentaste la misericordia de Dios y la compartiste con los demás. Inspíranos a vivir la caridad y a ser instrumentos de la misericordia de Dios en el mundo.
Octavo día:
Integridad y Justicia: San Mateo, guíanos por el camino de la integridad y la justicia. Ayúdanos a vivir según las enseñanzas del Evangelio y a buscar la verdad en todas nuestras acciones.
Noveno día:
La alegría del Reino de los cielos:
San Mateo, tú fuiste testigo de la alegría y la esperanza del Reino de los cielos. Desafíanos a buscar la vida eterna y a vivir en la esperanza de la resurrección.
San Mateo, tú fuiste testigo de la alegría y la esperanza del Reino de los Cielos.