Una novena es una antigua y poderosa práctica de oración que consiste en rezar durante nueve días consecutivos, normalmente por una intención o petición específica. Pero saber cuándo y por qué hacer una novena depende de una serie de factores espirituales y personales. La elección de cuándo comenzar una novena puede estar influida por la liturgia cristiana, por momentos clave de la vida o por circunstancias particulares en las que se desee invocar la ayuda de Dios, de la Virgen María o de los santos. He aquí un texto detallado que explora los momentos y las situaciones en que conviene hacer una novena.
La novena de preparación a una fiesta religiosa o a un acontecimiento litúrgico
En la tradición cristiana, uno de los momentos más apropiados para comenzar una novena es la preparación a una fiesta religiosa o a un acontecimiento litúrgico importante. Este tipo de novena suele practicarse para reforzar la preparación espiritual y abrir el corazón a la gracia que acompaña a la celebración.
a) Antes de Navidad o Pascua
Los periodos de Adviento (antes de Navidad) y Cuaresma (antes de Pascua) son momentos del año litúrgico en los que se recomiendan especialmente las novenas. Por ejemplo, la novena de Navidad suele comenzar nueve días antes de Nochebuena, como preparación a la celebración del nacimiento de Cristo. Lo mismo se aplica a la Pascua, donde se puede hacer una novena durante la Semana Santa para entrar más profundamente en el misterio de la Pasión y Resurrección de Cristo.
b) Antes de la fiesta de Pentecostés
Una novena particularmente importante es la que se hace antes de Pentecostés, en memoria de los Apóstoles que, después de la Ascensión de Jesús, rezaron durante nueve días para recibir el Espíritu Santo. Comenzar una novena nueve días antes de la fiesta de Pentecostés es, pues, una manera de renovar esta espera del Espíritu y de prepararse para recibir sus dones.
c) Antes de las fiestas marianas o de los santos
Muchas novenas se hacen también antes de las fiestas dedicadas a la Virgen María o a los santos. Por ejemplo, una novena a la Inmaculada Concepción puede comenzar nueve días antes del 8 de diciembre, fecha de esta fiesta mariana. Del mismo modo, se puede hacer una novena antes de la fiesta de un santo concreto, como San José, San Antonio de Padua o Santa Teresa de Lisieux, con el fin de prepararse espiritualmente para honrar su vida e intercesión.
La novena para pedir una gracia o intervención divina
Otro motivo habitual para hacer una novena es pedir una gracia concreta o la intervención divina en una situación difícil. Las novenas se rezan entonces por intenciones específicas, a menudo invocando la intercesión de un santo o de la Virgen María. He aquí algunos ejemplos de cuándo es común hacer una novena para pedir ayuda:
a) Para la curación o la salud
Cuando alguien está enfermo, a menudo se inicia una novena para pedir la curación. Por ejemplo, la novena a San Judas, conocido como el santo de las causas desesperadas, la rezan quienes se enfrentan a enfermedades graves o a situaciones médicas aparentemente desesperadas. Del mismo modo, la novena a Nuestra Señora de Lourdes se asocia especialmente con la curación física y espiritual, ya que está vinculada al santuario de Lourdes, lugar de numerosos milagros de curación.
b) Para situaciones desesperadas o imposibles
Las novenas se suelen rezar en momentos de gran angustia, desesperación o dificultades insuperables. Ya sea una situación económica, una crisis familiar o una prueba personal, los fieles acuden a santos famosos por su intercesión en casos desesperados, como San Judas o Santa Rita. Hacer una novena en esos momentos es una forma de testimoniar su fe en la intervención de Dios, incluso cuando la situación parece imposible.
c) Por intenciones familiares o relacionales
Muchas personas rezan una novena por intenciones familiares: reconciliación en las familias, sanar heridas emocionales o pedir la ayuda de Dios en relaciones difíciles. La novena a San José, por ejemplo, suele rezarse para pedir protección y bendición sobre la familia, así como por el bienestar material y espiritual de la misma.
d) Para conseguir trabajo u orientación en la vida
También se rezan novenas para pedir a Dios que guíe los pasos en la búsqueda de trabajo o para obtener orientación espiritual en la vida. En estos casos, los fieles piden a Dios que les ayude a encontrar una solución a sus dificultades profesionales o a discernir su vocación. Por ejemplo, la novena a San José suele rezarse para encontrar trabajo, invocando la ayuda de este patrón de los trabajadores.
La novena para expresar gratitud o acción de gracias
Una novena no sólo se reza para pedir algo, también puede hacerse para expresar gratitud a Dios o a un santo por una gracia recibida. Las novenas de acción de gracias son una forma de mostrar reconocimiento por las bendiciones recibidas y dar gloria a Dios por su bondad.
a) Después de una curación o milagro
Si una persona ha recibido curación o ayuda divina en una situación difícil, es común hacer una novena de acción de gracias para agradecer a Dios o al santo invocado. Esta forma de novena es un acto de gratitud y humildad, que nos recuerda que toda gracia recibida es un don inmerecido.
b) Para agradecer a Dios después de un período de oración intensa
Después de un período de oración intensa o de experimentar una respuesta a una intención particular, se puede iniciar una novena de acción de gracias para agradecer a Dios su intervención en la vida del orante. Por ejemplo, después de una peregrinación o de recibir una gracia particular durante un retiro espiritual, los fieles pueden rezar una novena para expresar su gratitud.
Novenas como preparación o acompañamiento de un camino espiritual
Las novenas también pueden acompañar importantes caminos espirituales, como una consagración a la Virgen María o un compromiso religioso. Algunas novenas se rezan como preparación a un acto de consagración o como apoyo a alguien que atraviesa un momento clave en su vida espiritual.
a) Consagración a la Virgen María o a un santo
Muchas personas rezan una novena antes de consagrarse a la Virgen María, a Jesús o a un santo. Por ejemplo, se puede rezar una novena antes de consagrarse a Nuestra Señora del Carmen o al Sagrado Corazón de Jesús, con el fin de prepararse espiritualmente para este acto de devoción total.
b) Acompañar un retiro espiritual o una peregrinación
Se puede hacer una novena para acompañar un retiro espiritual o una peregrinación. Por ejemplo, antes de una peregrinación a Lourdes, los fieles pueden rezar una novena para prepararse espiritualmente para su viaje y pedir protección a la Virgen María. Del mismo modo, se puede rezar una novena durante un retiro, para pedir la guía del Espíritu Santo o para profundizar en la experiencia espiritual.
La novena para obtener el perdón o en tiempos de penitencia
La novena también se reza a menudo durante períodos de penitencia o cuando se busca el perdón de Dios. Es una forma de mostrar un arrepentimiento sincero y pedir la misericordia divina. Por ejemplo, durante la Cuaresma, muchos fieles rezan novenas para acompañar su camino de conversión y purificación espiritual.
a) Períodos de arrepentimiento y conversión
Las novenas que se rezan durante los períodos de arrepentimiento suelen ir acompañadas de confesiones y oraciones adicionales para pedir la reconciliación con Dios. La Novena de la Divina Misericordia, por ejemplo, se reza para pedir perdón por los pecados e implorar la infinita misericordia de Dios. Se recomienda especialmente a quienes desean renovar su compromiso espiritual y reconciliarse con Dios.
b) Para pedir la reconciliación en las relaciones
En momentos en que surgen tensiones o conflictos relacionales, se puede rezar una novena para pedir a Dios que traiga la reconciliación. Puede rezarse para obtener el perdón de alguien o para ayudar a sanar relaciones rotas.
Conclusión: ¿cuándo hacer una novena?
En conclusión, la novena es una oración poderosa y flexible que puede adaptarse a muchas situaciones de la vida espiritual. Ya sea para preparar una gran fiesta religiosa, pedir una gracia particular, dar gracias a Dios o reconciliarse con él, la novena es una manera de perseverar en la oración y abrir el corazón a la acción divina. Rezada con fe, humildad y constancia, la novena refuerza la relación con Dios y ayuda a vivir un profundo itinerario espiritual. El tiempo depende sobre todo de la intención del orante, pero la clave está en la sinceridad y perseverancia con la que se realiza esta oración.
La novena es una forma de rezar con fe, humildad y constancia.