Nacimiento de Santa Justina:
Se cree que Santa Justina vivió a principios del siglo IV, aunque las fechas exactas de su nacimiento y vida son inciertas. Se cree que nació en Antioquía, ciudad del Imperio Romano situada en la actual Turquía.
Conversión al cristianismo:
Justina era una joven pagana, pero fue convertida al cristianismo por misioneros cristianos. Se dice que quedó profundamente impresionada por la fe cristiana y decidió dedicar su vida a Dios.
Martirio:
Se dice que Justina fue arrestada por su fe cristiana durante la persecución del emperador Diocleciano a principios del siglo IV. Se dice que fue sometida a muchas pruebas y torturas para que renunciara a su fe, pero se negó a hacerlo. Al final, fue decapitada por su fe cristiana, lo que la convirtió en mártir de la Iglesia.
Leyendas y culto:
La vida de Santa Justina está rodeada de leyendas, una de las cuales cuenta que derrotó a un dragón que aterrorizaba a una ciudad. Esta leyenda contribuyó a su fama de patrona contra las fuerzas del mal. También se la venera como patrona de los estudiantes, los abogados y los enfermos de garganta.
La vida de Santa Justina ilustra el valor y la determinación de los primeros cristianos perseguidos por su fe. La Iglesia católica la celebra el 6 de octubre y otras tradiciones cristianas la celebran como mártir y patrona.