PRIMERO DÍA:
San Miguel, príncipe de los ángeles, tú que luchaste contra las fuerzas del mal en el cielo, te pedimos que nos protejas en nuestra lucha contra el pecado y la tentación. San Miguel, defiéndenos en la batalla. Amén.
SEGUNDO DÍA:
Arcángel San Miguel, guíanos por el camino de la rectitud y la santidad. Ayúdanos a seguir la voluntad de Dios en todas nuestras acciones. San Miguel, intercede por nosotros. Amén.
TERCER DÍA :
San Miguel, tú que venciste a Satanás y a los ángeles rebeldes, ven en nuestra ayuda en nuestros momentos de debilidad. Protégenos de las malas influencias y concédenos la fuerza para resistir al mal. San Miguel, defiéndenos en la batalla. Amén.
CUARTO DÍA:
Arcángel San Miguel, guardián de la Iglesia, protege al Cuerpo Místico de Cristo de todos los ataques del enemigo. Vela por el Papa, los obispos, los sacerdotes y todos los fieles. San Miguel, intercede por nosotros. Amén.
QUINTO DÍA:
San Miguel, tú que eres el defensor de las almas, ayúdanos a luchar contra el pecado y a encontrar el perdón y la reconciliación en el sacramento de la confesión. San Miguel, defiéndenos en la batalla. Amén.
SIXTO DÍA :
Arcángel San Miguel, ángel de la paz, te rogamos por la paz en el mundo. Que tu espada sea fuente de protección y reconciliación entre las naciones. San Miguel, intercede por nosotros. Amén.
VIGÉSIMO DÍA:
San Miguel, tú que eres el guía de las almas hacia la luz eterna, acompáñanos en nuestro camino hacia Dios. Prepáranos para encontrarnos con nuestro Creador con corazones puros y arrepentidos. San Miguel, defiéndenos en la batalla. Amén.
OCHO DÍAS:
Arcángel San Miguel, modelo de fidelidad y obediencia, ayúdanos a obedecer la voluntad de Dios con corazón dócil y fe inquebrantable. San Miguel, intercede por nosotros. Amén.
VIGÉSIMO DÍA:
San Miguel, te damos gracias por tu constante intercesión y protección. Quédate a nuestro lado, vela por nuestras familias y guíanos por el camino de la santidad. San Miguel, defiéndenos en la batalla. Amén.
Glorioso Arcángel San Miguel, te damos gracias por tu poderosa intercesión. Continúa velando por nosotros y protegiéndonos de las fuerzas del mal. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.