La Fiesta de los Arcángeles, que se celebra el 29 de septiembre, tiene su origen en la historia de la Iglesia y en la devoción a los arcángeles, en particular a San Miguel. La fecha se elige por una serie de razones históricas y espirituales enraizadas en la tradición cristiana, sobre todo en relación con santuarios dedicados a los arcángeles y con acontecimientos concretos.
La fiesta de los arcángeles se celebra el 29 de septiembre.
Origen de la fiesta de San Miguel
Originalmente, el 29 de septiembre era la fiesta dedicada únicamente a San Miguel Arcángel. Se llamaba "Michaelmas" (o "San Miguel y todos los ángeles"). Esta fiesta se remonta al siglo V, cuando la Iglesia occidental comenzó a venerar a San Miguel como protector de la Iglesia y defensor contra las fuerzas del mal. Uno de los primeros santuarios dedicados a San Miguel fue el Mont-Saint-Michel, en Francia, donde la devoción a este arcángel creció en la Edad Media.
El 29 de septiembre también corresponde a la dedicación de una basílica dedicada a San Miguel en la Vía Salaria, cerca de Roma, en el siglo VI. Esta basílica, hoy desaparecida, marcó un lugar de especial veneración para San Miguel y contribuyó a establecer esta fecha como su fiesta. Con el tiempo, esta fiesta fue adoptada por toda la Iglesia de Occidente para honrar no sólo a San Miguel, sino también a los demás ángeles que sirven a Dios.
Agregación de San Gabriel y San Rafael
Originalmente, la fiesta del 29 de septiembre sólo se refería a San Miguel, pero con el paso de los siglos la celebración se amplió para incluir a otros dos importantes arcángeles, San Gabriel y San Rafael. Este cambio se produjo tras la reforma litúrgica que siguió al Concilio Vaticano II en los años sesenta. San Gabriel, mensajero de Dios, es conocido por anunciar el nacimiento de Jesús a la Virgen María y el de Juan el Bautista a Zacarías.
San Rafael, por su parte, es conocido por su misión sanadora, especialmente en la historia de Tobías en el Antiguo Testamento.
La decisión de agrupar a estos tres arcángeles en una misma fecha pretende honrar su papel en la protección, guía y curación de los fieles, subrayando la importancia de los mensajeros celestiales en el cumplimiento de la voluntad divina.
Significado espiritual de la fecha
La celebración del 29 de septiembre es particularmente simbólica en la tradición cristiana, ya que cae en un momento del año marcado por el cambio de estaciones, cuando termina el verano y comienza el otoño. Esta época de transición puede interpretarse espiritualmente como un momento en el que se invita a los creyentes a hacer balance espiritual, volver a centrarse en su fe y pedir la protección de los arcángeles al entrar en un nuevo periodo.
San Miguel, como protector y guerrero celestial, suele ser invocado para pedir fuerza y protección en las batallas espirituales, y su festividad cae en un momento del año en el que podemos rezar para pedir fuerza interior antes de los meses más oscuros del otoño y el invierno. El otoño es también tiempo de cosecha, lo que simbólicamente puede corresponder a un momento de reflexión sobre los frutos espirituales que hemos recogido a lo largo del año.
La tradición de Michaelmas en el mundo cristiano
En algunas tradiciones, como en Inglaterra, la fiesta de San Miguel, o Michaelmas, tiene un significado especial. En Inglaterra, Michaelmas marca uno de los cuatro "quarter days", que tradicionalmente dividían el año en periodos en los que se renovaban los contratos de trabajo, los arrendamientos y los pagos. También era el inicio del curso académico en algunas instituciones, simbolizando el comienzo de un nuevo periodo de duro trabajo y esfuerzo intelectual, bajo la protección de San Miguel.
La Fiesta de los Arcángeles hoy
Hoy, la Fiesta de los Arcángeles es una oportunidad para que los fieles reflexionen sobre la ayuda divina disponible a través de estos seres celestiales. Es un recordatorio de que los ángeles no son sólo figuras simbólicas, sino seres reales que desempeñan un papel activo en la vida de los creyentes, protegiéndolos, anunciando mensajes divinos y trayendo curación. Así pues, el 29 de septiembre es un día para pedir la protección de San Miguel contra las fuerzas del mal, la guía de San Gabriel para comprender la voluntad de Dios y la curación física y espiritual de San Rafael.
Conclusión
La fecha del 29 de septiembre para la Fiesta de los Arcángeles tiene su origen en la historia antigua de la Iglesia, vinculada a la veneración de San Miguel y a la dedicación de lugares sagrados en su honor. Este día ha evolucionado hasta convertirse en una fiesta que celebra también a los arcángeles Gabriel y Rafael, que juntos representan la intervención divina en la vida humana a través de la protección, el anuncio de los designios de Dios y la curación.
Fiesta de los Arcángeles.