Amado San Expedito, patrono de las causas urgentes y de las situaciones desesperadas, me acerco a ti con corazón abierto y humilde, consciente de tus poderes de intercesión ante nuestro Señor Jesucristo. Durante esta novena, me dirijo a ti con confianza, invocando tu ayuda en mis apremiantes y difíciles necesidades.
Primer día:
San Expedito, modelo de fe y valentía, te ruego que me obtengas la gracia de una fe inquebrantable ante los desafíos de la vida. Ayúdame a perseverar con confianza, sabiendo que Dios escucha mis oraciones y que actuará a su debido tiempo.
Día dos:
Oh, san Expedito, que viviste con determinación inquebrantable, intercede por mí para que pueda superar los obstáculos que se interponen en mi camino. Que tu fuerza y tu celo me inspiren para afrontar la adversidad con valentía.
Tercer día:
O San Expedito, patrón de las causas justas, te ruego que ruegues a Dios en mi favor para que resuelva mis dificultades actuales. Que tu presencia consoladora sea fuente de esperanza en tiempos oscuros, y que tu luz guíe mis pasos.
Cuarto día:
Con confianza, San Expedito, te confío las situaciones urgentes que pesan sobre mi corazón. Que tu prontitud en responder a las llamadas de socorro me sirva de inspiración en mi búsqueda de la ayuda divina.
Quinto día:
San Expedito, tú que sacrificaste las comodidades terrenas por la recompensa celestial, enséñame el valor de la paciencia y la perseverancia en la espera de las respuestas divinas. Que mi confianza en Dios crezca cada día de esta novena.
Sexto día:
O San Expedito, tú elegiste seguir a Cristo sin demora, sin vacilar. Ayúdame a hacer lo mismo, a responder con prontitud a la llamada de Dios en mi vida. Que mi fe sea activa y mis acciones reflejen mi amor por nuestro Señor.
Séptimo día:
San Expedito, protector de los viajeros espirituales, acompáñame en mi camino de fe. Guíame por los desvíos de la vida, protégeme de las trampas del desaliento y que cada paso me acerque más a la gracia divina.
Octavo día:
Durante esta novena, san Expedito, te ruego que me ayudes a abandonar toda ansiedad y preocupación. Que tu ejemplo de confianza total en Dios me anime a poner en sus manos todas mis preocupaciones.
Noveno día:
San Expedito, modelo de prontitud en la acción, te agradezco tu intercesión a lo largo de esta novena. Te confío los frutos de esta oración y te pido que, por la gracia de Dios, mis necesidades apremiantes sean atendidas según su voluntad. Amén.
San Expedito, ruega por nosotros.