Ô Sainte Thérèse de l'Enfant-Jésus,
Tú que viviste en esta tierra con sencillez y humildad,
Tú que abrazaste el camino de la infancia espiritual,
Tú que enseñaste la confianza absoluta en la misericordia de Dios,
Nos dirigimos a ti en este momento de oración.
Primer día: Confianza en la Divina Providencia
O Santa Teresa del Niño Jesús,
Tú que viviste en plena confianza en la Divina Providencia,
Te confiamos nuestras preocupaciones e inquietudes.
Ayúdanos a abandonar nuestras preocupaciones en las manos de Dios
Y a creer firmemente en su bondad y providencia.
Santa Teresa, ruega por nosotros y alcánzanos la gracia
De vivir con una confianza inquebrantable en la Divina Providencia.
Segundo día: Humildad y sencillez
Santa Teresa del Niño Jesús,
Tú que elegiste el camino de la humildad y la sencillez,
Enseñanos a despojarnos de orgullo y egoísmo
Y a humillarnos ante Dios y ante nuestros hermanos.
Que sigamos tu ejemplo de humildad
Y encontremos la verdadera grandeza en el servicio y el amor desinteresado.
Santa Teresa, ruega por nosotros y alcánzanos la gracia
De aprender de ti a ser humildes y sencillos en nuestras vidas.
Tercer día: El amor de la cruz
Santa Teresa del Niño Jesús,
Tú que abrazaste la cruz con amor y abandono,
Ayúdanos a aceptar las pruebas y sufrimientos de la vida
Con la misma confianza y humildad que tú.
Que veamos en cada cruz una oportunidad de unirnos a Jesús
Y de participar en su obra redentora en el mundo.
Santa Teresa, ruega por nosotros y alcánzanos la gracia
De llevar nuestras cruces con amor y abandono como tú.
Cuarto día: Amor a Dios y al prójimo
O Santa Teresa del Niño Jesús,
Tú que amaste a Dios con todo tu corazón y al prójimo como a ti misma,
Enseñadnos a amar con amor puro y desinteresado.
Que nuestro amor a Dios se manifieste en nuestro amor a los demás,
Particularmente a los más pequeños y débiles de entre nosotros.
Santa Teresa, ruega por nosotros y alcánzanos la gracia
De amar como Jesús nos amó y como tú le amaste.
Quinto día: Ofreciéndonos a Dios
Santa Teresita del Niño Jesús,
Tú que ofrecías a Dios con alegría cada pequeño acto de amor,
Aprédenos a ofrecerlo todo a Dios, incluso las cosas más ordinarias.
Que nuestras acciones cotidianas se conviertan en ofrendas agradables a Dios,
Y que cooperemos con su gracia en todo lo que hacemos.
Santa Teresa, ruega por nosotros y alcánzanos la gracia
De ofrecer nuestra vida a Dios con la misma generosidad y confianza que tú.
Sexto día: Oración confiada
O Santa Teresa del Niño Jesús,
Tú que experimentaste el poder de la oración en tu propia vida,
Intercede por nosotros ante Dios y alcánzanos las gracias que necesitamos.
Ayúdanos a orar con fe y confianza, sabiendo que Dios escucha y responde a nuestras plegarias.
Que nuestra vida de oración sea constante y ferviente,
Y que encontremos en Dios nuestro refugio y fortaleza en toda circunstancia.
Santa Teresa, ruega por nosotros y alcánzanos la gracia
De tener una fe inquebrantable en el poder de la oración.
Séptimo día: El caminito del amor
Santa Teresita del Niño Jesús,
Tú que propusiste a todos los cristianos el camino de la infancia espiritual,
Ayúdanos a seguir esta senda de confianza y amor.
Que comprendamos que la santidad está en la sencillez
Y que todo pequeño acto de amor es precioso a los ojos de Dios.
Santa Teresa, ruega por nosotros y alcánzanos la gracia
De seguir con alegría el pequeño camino del amor en nuestra vida cotidiana.
Octavo día: La búsqueda de la santidad
O Santa Teresa del Niño Jesús,
Tú que aspiraste a la santidad desde tu más tierna infancia,
Ayúdanos a anhelar la santidad en nuestra propia vida.
Que nuestra búsqueda de la santidad sea el motor de todas nuestras acciones,
Y que perseveremos en la lucha contra el pecado
Y en la búsqueda de la perfección cristiana.
Santa Teresa, ruega por nosotros y alcánzanos la gracia
De recorrer con constancia el camino de la santidad.
Noveno día: La esperanza en la vida eterna
Santa Teresa del Niño Jesús,
Tú que fijaste tu mirada en la vida eterna con firme esperanza,
Ayúdanos a mantener los ojos fijos en el cielo
Y a vivir con la perspectiva de la vida eterna con Dios.
Que nuestra fe en la vida después de la muerte sea fuente de consuelo y de consolación,
Y que avancemos con confianza por el camino de la vida,
Sabiendo que Dios nos espera amorosamente en su casa eterna.
Santa Teresa, ruega por nosotros y alcánzanos la gracia
De esperar en la vida eterna y de vivir confiados en la promesa de Dios.
Santa Teresa, ruega por nosotros y alcánzanos la gracia
De esperar en la vida eterna y de vivir confiados en la promesa de Dios.