O glorioso San Nicolás,
Tú que, con tu infinita bondad y obras de caridad, reflejaste el amor de Cristo,
Nos dirigimos a ti en este día a ti dedicado,
Para confiarte nuestros corazones, nuestras familias y nuestras oraciones.
Tú siempre has velado por los más débiles,
Apoyando a los pobres, rescatando a los niños en peligro,
Ofreciendo tu protección a marineros y viajeros.
Ayúdanos a seguir tu ejemplo de generosidad,
Compartiendo con los demás lo que hemos recibido,
Y tendiendo la mano a los necesitados.
Tú que rescataste a las tres jóvenes en apuros,
Recuperando su dignidad y su futuro,
Ven hoy al rescate de los abandonados,
De los que carecen de amor, apoyo o medios.
Haz brillar la luz de la esperanza en su noche.
San Nicolás, guardián de los niños,
Te confiamos a nuestros pequeños,
Para que crezcan en el amor y en la fe,
Para que aprendan a amar como tú, con un corazón generoso y puro.
Cuídalos, protégelos de los peligros y guía sus pasos.
Tú que eres el protector de viajeros y navegantes,
Te pedimos protección en nuestros viajes,
Ya sea por tierra, mar o espíritu.
Guíanos por el camino de la verdad y la vida eterna.
O gran obispo de Myra,
Intercede ante nuestro Señor Jesucristo
Para que nuestras vidas estén llenas de caridad, paz y alegría.
Enseñanos a cultivar la sencillez y la humildad,
Y a no perder nunca la confianza en la divina providencia.
En este día bendito de tu fiesta,
Te alabamos por todo el bien que has realizado,
Y te pedimos que sigas rezando por nosotros.
San Nicolás, amigo de los niños y de los pobres,
Sé nuestro guía en el camino de la santidad.
Amén.
Pequeño estribillo para cerrar la oración:
San Nicolás, nuestro protector,
Escucha nuestros corazones,
Consérvanos en paz,
Y llévanos a la felicidad eterna.
Amén.