La Novena de la Divina Misericordia es una poderosa devoción inspirada en las revelaciones de Jesús a Santa Faustina Kowalska, monja polaca canonizada por la Iglesia Católica. Esta novena es un período de nueve días de oración y meditación, durante el cual imploramos la misericordia divina para nosotros mismos, para los demás y para el mundo entero. Centrada en el amor infinito de Dios, esta novena invita a los creyentes a sumergirse en las profundidades de la misericordia divina, a abandonarse al amor de Dios y a rezar por todas las almas, especialmente por las más necesitadas de la misericordia de Dios.
Origen de la Novena de la Divina Misericordia
La Novena de la Divina Misericordia fue entregada a Santa Faustina por el propio Jesucristo. En su Pequeño Diario, Santa Faustina relata las palabras de Jesús:
"Deseo que durante estos nueve días lleves a las almas a la fuente de mi misericordia, para que saquen fuerzas, consuelo y todas las gracias que necesitan para afrontar las dificultades de la vida, y especialmente en la hora de la muerte"
Esta novena se suele comenzar el Viernes Santo, como preparación a la fiesta de la Divina Misericordia, que se celebra el domingo después de Pascua. Sin embargo, puede rezarse en cualquier momento para pedir gracias especiales o implorar el perdón de Dios.
¿Por qué rezar la novena de la Divina Misericordia?
Para obtener el perdón de Dios: La novena es un poderoso instrumento de reconciliación con Dios, especialmente para quienes se sienten alejados de Él.
Para pedir gracias especiales: Es una oración de intercesión por uno mismo, por los seres queridos y por el mundo entero, especialmente por las almas que sufren o están en peligro espiritual.
Para fortalecer la fe: La novena ayuda a profundizar la confianza en el infinito amor y misericordia de Dios.
Para contribuir a la redención de las almas: A través de esta novena, se participa en la obra de la misericordia divina rezando por la conversión de los pecadores y la salvación de las almas.
Las gracias prometidas por Jesús
Jesús ha prometido muchas gracias a quienes recen esta novena con fe y confianza:
Profunda paz interior.
Reconciliación con Dios y con los demás.
Fuerza espiritual para superar las pruebas.
Respuestas a situaciones desesperadas o complejas.
Participación en la redención de las almas.
Cómo rezar la Novena a la Divina Misericordia.
Cada día de la novena, una intención particular es propuesta por Jesús a Santa Faustina, acompañada de oraciones específicas y de la Coronilla de la Divina Misericordia.
Las intenciones para cada día:
Día 1: Todas las almas de la humanidad
Pide a Dios que conceda misericordia a todas las almas, especialmente a los pecadores.
Día 2: Las almas de los sacerdotes y religiosos
Pide gracias para los siervos de Dios, para que sean guías fieles.
Día 3: Las almas piadosas y fieles
Implora fortaleza y perseverancia para los creyentes.
Día 4: Las almas de los infieles e indiferentes
Pide por la conversión de los que no conocen a Dios o se han alejado de él.
Día 5: Por las almas de los herejes y cismáticos
Pide por la unidad y el retorno a la fe de los que se han alejado de la Iglesia.
Día 6: Las almas de los niños y de los inocentes
Pide por las almas puras, para que sean protegidas y guiadas.
Día 7: Las almas que honran la Divina Misericordia
Pide por los que difunden la devoción a la Divina Misericordia.
Día 8: Las almas del purgatorio
Pide la liberación de las almas que sufren en el purgatorio.
Día 9: Las almas frías e indiferentes
Implora la conversión de los corazones endurecidos y la reconciliación con Dios.
Ejemplo de oración para un día de la novena
Oh Jesús misericordioso,
Hoy te ofrezco (intención del día)
Y las sumerjo en el océano de tu misericordia.
Por tu infinita bondad, concédeles las gracias que necesitan
Para encontrar la paz, la salvación y la redención.
Llena sus corazones con tu luz divina
Y guíalos por el camino de la verdad y el amor.
Tú que eres la fuente de toda misericordia,
Concédenos tu paz y tu perdón,
Y haznos testigos de tu infinita bondad.
La Coronilla de la Divina Misericordia
La Coronilla se reza sobre un Rosario ordinario y es parte esencial de esta novena. Las palabras centrales son:
"Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de tu amado Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, en reparación de nuestros pecados y los del mundo entero. "
"Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero."
Conclusión
La Novena a la Divina Misericordia es un tesoro espiritual que transforma los corazones y acerca las almas a Dios. Ya sea que estés pidiendo una gracia en particular, fortaleciendo tu fe u orando por los demás, esta novena te ofrece una fuente de amor y misericordia infinitos.
Confía tus intenciones a Jesús misericordioso con fe y abandono, y deja que el océano de su misericordia renueve tu vida y la de quienes te rodean.
Dios te bendiga.