La noche suele ser un momento especial. Cuando el silencio se instala, la luz se desvanece y el ajetreo del día desaparece, el corazón se encuentra cara a cara consigo mismo. A veces en paz, a veces inquieto. Los pensamientos pueden dar vueltas y vueltas, las ansiedades resurgen o, por el contrario, un suave cansancio invita al descanso. Leer la Biblia antes de acostarse es como poner la cabeza en manos de Dios. Es una forma de decir: "Hoy no lo domino todo, pero te confío lo que soy". He aquí cinco versículos que pueden convertirse en compañeros nocturnos, para encontrar la paz y el descanso en la presencia de Dios.
Dormir en paz - Salmo 4:9
"Me acostaré y enseguida me dormiré en paz, porque sólo tú, Señor, me haces habitar seguro"
Este versículo es una de las oraciones nocturnas más bellas. Expresa un abandono total. Como un niño que se duerme tranquilo en brazos de sus padres, podemos cerrar los ojos sabiendo que Dios vela. Aunque el día haya sido difícil, aunque algunas cosas sigan sin resolverse, Él está ahí. Y su presencia es suficiente para dormirse en paz.
El Señor da sueño a los que ama - Salmo 127:2
"Tanto da a sus amados mientras duermen"
Este versículo nos recuerda que no tenemos que hacerlo todo con nuestras propias fuerzas. Incluso mientras dormimos, Dios está trabajando. Él cuida de nosotros, continúa su obra. No tenemos que estar inquietos ni tener el control. Dios trabaja en el silencio de la noche, y vela por los que ama.
Entregar nuestras preocupaciones a Dios - 1 Pedro 5:7
"Echad todas vuestras preocupaciones sobre él, porque él mismo cuida de vosotros"
La noche es a veces el momento en que las preocupaciones se hacen más fuertes. Pero este versículo nos invita a depositarlas, una a una, en las manos de Dios. Él no nos pide que llevemos solos el peso del mundo. Él se encarga de ello. Este gesto interior de entrega puede convertirse en un ritual vespertino: confiar nuestros pensamientos, nuestros miedos, nuestras cargas, y recibir a cambio la paz.
Dios nos rodea incluso de noche - Salmo 139:11-12
"Si digo: 'Al menos las tinieblas me cubrirán; la noche se hace luz a mi alrededor'; ni siquiera las tinieblas son oscuras para ti; la noche brilla como el día, y las tinieblas como la luz"
Este versículo es un profundo consuelo. Incluso en la noche, incluso en la oscuridad, Dios ve con claridad. Nada se le escapa. Él está ahí, cerca, incluso en nuestras noches más oscuras, incluso cuando el sueño tarda en llegar. Su luz interior puede calentar el corazón, calmar los temores y generar una dulce confianza.
Paz profunda para la noche - Isaías 26:3
"Al que está firme en su propósito, tú le das paz, paz, porque confía en ti"
Antes de dormir, este versículo puede convertirse en una oración. Dios asegura la paz a quien confía en Él, a quien opta por la confianza. No se trata de haberlo comprendido todo, sino simplemente de volverse hacia Él, de descansar en Él. Esta paz interior, suave y silenciosa, es la más hermosa de las cunas.
Conclusión
Leer la Palabra de Dios antes de dormir es como abrir una ventana al cielo. Estos versículos pueden leerse en voz alta, meditarse en silencio o rezarse en el secreto del corazón. Están ahí para recordarnos que nunca estamos solos, ni siquiera en la noche. Dios vela por nosotros, Dios nos protege, Dios nos consuela. Y en sus brazos, el descanso se convierte en algo más que sueño: se convierte en un acto de fe, en un momento de confianza, en un soplo de amor.