Señor Dios, Padre celestial, En este Día de Todos los Santos, nos reunimos para dar gracias por la vida de todos tus santos y santas que nos han precedido en el camino de la fe. Te damos gracias por su ejemplo, su dedicación y su amor inquebrantable por ti.

Te pedimos, Señor, que nos des la gracia de seguir sus pasos. Ayúdanos a perseverar en la fe, a crecer en el amor y a vivir una vida que refleje la luz de tu Hijo, Jesucristo. Concédenos la sabiduría para comprender que la santidad no está reservada a unos pocos, sino que cada persona puede ser llamada a la santidad en su propia vida.

Te pedimos que bendigas a todos los que se encuentran en duelo en este momento, llevándoles consuelo y consolación. Concédeles la paz en la certeza de que sus seres queridos difuntos están en tu presencia, en el gozo eterno.

Te pedimos también por todas las almas necesitadas de tu misericordia, especialmente por las que aún están en el purgatorio. Que tu infinita misericordia las conduzca a la comunión contigo en la gloria celestial.

Señor, concédenos la fuerza y el valor para vivir plenamente nuestra fe cada día. Haz que en nuestras acciones seamos testigos vivos de tu amor y de tu gracia. Ayúdanos a amar al prójimo, a perdonar y a servir con humildad.

Te confiamos todas nuestras intenciones y oraciones, especialmente las que residen en el silencio de nuestro corazón. Sabemos que escuchas nuestras oraciones, y confiamos en tu amor y providencia.

En el nombre de Jesucristo, nuestro Señor, te rogamos. Amén.

Que el día de Todos los Santos sea para nosotros un recordatorio de nuestra llamada a la santidad y de nuestra esperanza en la vida eterna. Amén.