Santa Colette, también conocida como Nicole de Corbie, es una figura emblemática de la espiritualidad franciscana y una santa patrona venerada por muchas parejas estériles. Su vida está marcada por una profunda devoción religiosa, milagros atribuidos a su intercesión y un compromiso de ayuda a las personas en dificultad.
Santa Colette, también conocida como Nicole de Corbie, es una figura emblemática de la espiritualidad franciscana.
Nacida en 1381 en Corbie, al norte de Francia, Colette creció en un contexto marcado por la agitación de la Guerra de los Cien Años y una profunda crisis espiritual en el seno de la Iglesia. Desde muy joven dio muestras de una gran piedad y de un ardiente deseo de consagrar su vida a Dios.
A los dieciocho años, Colette ingresó en el monasterio de clarisas de Corbie, donde se dedicó a la oración, la penitencia y el servicio a los necesitados. Inspirada por la vida de san Francisco de Asís y el ideal de pobreza evangélica, aspira a una mayor radicalidad en su vida religiosa y a un retorno a las fuentes de la regla franciscana.
En 1402, Colette recibe una visión mística en la que es llamada a reformar la orden de las clarisas y a restaurar su observancia primitiva. Impulsada por un profundo celo apostólico, se embarcó en un viaje misionero por toda Francia para difundir su mensaje de renovación espiritual y fundar nuevos conventos según la regla de Santa Clara y San Francisco.
La reforma de Colette tuvo rápidamente un gran éxito, atrayendo muchas vocaciones y ganándose la admiración de las autoridades eclesiásticas. Como resultado, fundó numerosos monasterios de clarisas reformadas, algunos de los cuales se convirtieron en centros de influencia espiritual y lugares de peregrinación.
Además de su labor reformadora dentro de la Orden de las Clarisas, Colette también es conocida por los numerosos milagros que se le atribuyen. En particular, se dice que obtuvo numerosas curaciones milagrosas y conversiones espectaculares a través de su oración e intercesión con Dios.
Entre las gracias más famosas atribuidas a Santa Colette está su capacidad para conseguir hijos a parejas estériles. Muchos fieles han invocado su ayuda en su deseo de tener hijos, y algunos han informado de respuestas milagrosas a sus oraciones a través de su intercesión.
La devoción a Santa Colette como patrona de las parejas estériles ha crecido a lo largo de los siglos, atrayendo a muchos fieles en busca de esperanza y consuelo en su calvario de infertilidad. Su vida ejemplar de santidad y milagros inspiró confianza y fe a quienes le confiaron sus oraciones y deseos más profundos.
Santa Colette murió el 6 de marzo de 1447 en Gante (Bélgica), dejando tras de sí un rico legado espiritual y una reputación de santidad que perdura hasta nuestros días. Canonizada en 1807 por el Papa Pío VII, es venerada hoy como una de las grandes figuras de la espiritualidad franciscana y como modelo de devoción e intercesión por todos los necesitados. Que su ejemplo de fe y confianza en Dios nos inspire en nuestras propias pruebas y nos anime a perseverar en la oración y la esperanza.