Señor Jesús, te encomendamos esta novena, con la esperanza de que nos acerque a ti y nos prepare para celebrar dignamente tu nacimiento. Te damos gracias por el don inestimable de tu vida, y te pedimos que acompañes cada uno de nuestros días con tu gracia y bendición. Amén.
Primer día:
La promesa de esperanza: Señor Jesús, en este primer día de nuestra novena, abrimos nuestros corazones a la esperanza que nos trae tu nacimiento. Permítenos ver más allá de las distracciones de la temporada para reconocer la promesa de amor y salvación que nos ofreces. Que nuestra espera se llene de la esperanza que brota de tu venida entre nosotros.
Día dos:
Luz en la oscuridad: Señor Jesús, tú eres la luz del mundo que brilla en la oscuridad. Ayúdanos a acoger tu luz en nuestras vidas, a desechar nuestros miedos y dudas, y a caminar en la claridad de tu verdad y tu amor.
Tercer día:
La alegría de la salvación:Señor Jesús, tu nacimiento es fuente de alegría para el mundo entero. En este día, llena nuestros corazones de la profunda alegría que sólo tu amor puede ofrecer. Ayúdanos a vivir en la alegría de tu salvación y a compartir esa alegría con todos los que encontremos.
Cuarto día:
El amor encarnado: Señor Jesús, al venir entre nosotros como un niño vulnerable, nos revelaste el amor infinito de Dios por la humanidad. Enséñanos a amar como tú has amado, a dar sin reparar en gastos y a servir con humildad.
Quinto día:
Fe renovada: Señor Jesús, renueva nuestra fe en tu presencia entre nosotros. Permítenos creer firmemente en tu amor, en tu misericordia y en tu poder salvador, incluso cuando atravesamos momentos de duda o desesperación.
Sexto día:
Paz del Cielo: Señor Jesús, tú eres el Príncipe de la Paz. En este día, concédenos la paz que sobrepasa todo entendimiento, una paz que calma nuestras ansiedades, alivia nuestros conflictos y une nuestros corazones en comunión contigo y con los demás.
Séptimo día:
La humildad del pesebre: Señor Jesús, tu humildad al elegir nacer en un establo nos enseña el valor de la sencillez y la humildad. Enséñanos a buscar la sencillez en nuestras vidas, a reconocer la dignidad de cada persona y a servir con un corazón humilde.
Octavo día:
La Compasión del Salvador: Señor Jesús, viniste al mundo para salvar y curar. Ayúdanos a abrir nuestros corazones a la compasión por los que sufren, a tender la mano a los necesitados y a ser testigos de tu misericordia en el mundo.
Noveno día:
La gracia de un nuevo comienzo:
Señor Jesús, en esta víspera de tu nacimiento, prepara nuestros corazones para acoger la gracia de un nuevo comienzo. Permítenos dejar atrás nuestros pecados y debilidades, y comenzar una nueva vida en ti, llena de fe, amor y servicio.