Oh Jesús misericordioso, fuente inagotable de gracia y amor, nos dirigimos a Ti en este momento con profunda gratitud y devoción. Tu inconmensurable misericordia es un tesoro infinito que derramas sobre nosotros, y te damos gracias por tu don de amor que sobrepasa todo entendimiento.
Tu misericordia es un tesoro infinito que derramas sobre nosotros, y te damos gracias por tu don de amor que sobrepasa todo entendimiento.
Señor Jesús, Tú que revelaste la profundidad de Tu misericordia a Santa Faustina, te pedimos que abras nuestros corazones a la luz de Tu misericordia. Que comprendamos, experimentemos y vivamos la verdad de Tu amor, que perdona, sana y restaura.
Oh Jesús misericordioso, Tú que dijiste a Santa Faustina que las almas más pecadoras son las más dignas de Tu misericordia, te suplicamos que nos ayudes a acoger a todos los que se han alejado de Ti. Que Tu amor misericordioso sea una luz de esperanza para los pecadores y las almas perdidas.
Jesús misericordioso, Tú que revelaste a Santa Faustina la imagen de Ti mismo con los rayos de la misericordia, ilumina nuestras vidas con Tu gracia. Que nuestros actos de caridad, perdón y compasión reflejen el amor que Tú nos ofreciste en la Cruz.
Oh Jesús misericordioso, Tú que diste a la Iglesia la fiesta de la Divina Misericordia, te pedimos que concedas a la Iglesia y a todos sus miembros la gracia de vivir la misericordia divina. Ayúdanos a ser instrumentos de tu paz y de tu misericordia en el mundo.
Jesús misericordioso, que dijiste a santa Faustina que la confianza es el vaso a través del cual se derraman las gracias, fortalece nuestra confianza en tu amor misericordioso. Que acudamos a Ti con fe inquebrantable, sabiendo que Tú nos perdonas, nos curas y nos amas sin límites.
Oh Jesús misericordioso, te confiamos todas nuestras intenciones y oraciones, especialmente [menciona aquí tus intenciones]. Sabemos que Tu corazón misericordioso está siempre abierto para escuchar nuestras súplicas.
Señor Jesús, te damos gracias por Tu amor infinito, por Tu misericordia que no conoce límites. Que crezcamos en la fe, la esperanza y la caridad siguiéndote y respondiendo a tu llamada de misericordia.
En el nombre de Jesucristo, nuestro Señor, te rogamos. Amén.
Jesús misericordioso, en Ti confío.