Novena dedicada a Cristo Misericordioso, para invocar su misericordia y gracia en tu vida durante nueve días consecutivos:
Primer día:
Señor Jesucristo Misericordioso, acudo a ti con humildad y gratitud en este primer día de mi novena. Te pido que me concedas la gracia de la conversión y del arrepentimiento sincero. Ayúdame a reconocer mis pecados, a confesarlos y a encontrar la paz en ti.
SEGUNDO DÍA:
Cristo misericordioso, que dijiste: "Ven a mí, tú que trabajas y te doblas bajo la carga", me dirijo a ti en este segundo día. Concédeme la gracia de confiar plenamente en tu infinita misericordia. Que ponga todas mis preocupaciones y cargas a tus pies y confíe en tu poder sanador.
TERCER DÍA :
Señor de la Misericordia, te ruego en este tercer día. Concédeme la gracia de la entrega total a tu divina voluntad. Que acepte con gratitud todo lo que has planeado para mí, sabiendo que tu plan es perfecto.
CUARTO DÍA:
Cristo misericordioso, fuente de curación, te pido que intercedas por mí en este cuarto día. Concédeme la gracia de la curación interior, física y espiritual. Que experimente la plenitud de tu misericordia en mi vida.
QUINTO DÍA:
Señor de la Misericordia, te ruego en este quinto día. Concédeme la gracia de la perseverancia en la oración y en mi fe. Que pueda permanecer fiel a ti, incluso ante los desafíos y las tentaciones.
SIXTO DÍA :
Cristo misericordioso, que eres "amor y misericordia en persona", a ti me dirijo en este sexto día. Concédeme la gracia de amar a los demás como tú nos amas. Ayúdame a ser instrumento de tu misericordia para los que me rodean.
SÉPTIMO DÍA:
Señor de la Misericordia, te ruego en este séptimo día. Concédeme la gracia de la paz interior y exterior. Que tu paz inunde mi corazón y que yo la contagie al mundo.
OCTAVO DÍA:
Oh Cristo misericordioso, te pido que intercedas por mí en este octavo día. Concédeme la gracia de confiar en tu providencia. Que deje en tus manos mis preocupaciones mundanas y sepa que tú provees a todas mis necesidades.
Octavo día:
Señor Jesús misericordioso, en este último día de mi novena, te doy gracias por tu infinita misericordia. Por favor, sigue colmándome de tu gracia y ayúdame a crecer en el amor y en la fe. Amén.
No olvides rezar esta novena con fe sincera, arrepentimiento humilde y apertura a la misericordia de Cristo. Reza con confianza y espera con esperanza la respuesta a tus oraciones.